Muchos inmigrantes latinoamericanos reivindican hoy en día una pertenencia a movimientos pentecostales, pues formaron parte de esas instituciones en sus países de origen. El pentecostalismo, que es una corriente que surge en el interior del protestantismo norteamericano a principios del siglo XX, se desarrolla en América Latina de forma exponencial a partir de la década de los sesenta. Esta expansión del movimiento pentecostal en América Latina corresponde al gran desarrollo que se observa a nivel mundial ya que el pentecostalismo experimenta un crecimiento del 8 % por año.
Ahora bien, si la migración a otros países lleva a muchos cristianos a buscar incorporarse a Iglesias pentecostales o seguir su propia línea litúrgica para dar continuidad a su identidad religiosa de origen, ¿Cuál debería ser la postura o la labor de la iglesia madre o de origen?
1. ¿Instaurar una iglesia en el lugar en donde migran sus miembros?
2. ¿Establecer el modelo del país de origen?
3. ¿Respetar la cultura del lugar o llevar su propia cultura?
4. ¿Enviar misioneros y establecerlos permanentemente en el nuevo lugar de trabajo, o temporalmente?
Sin lugar a dudas es una muy buena labor colaborar con el deseo de los fieles de seguir creciendo en el conocimiento de Dios en donde estos emigren, pero ¿Cuál es la limitación de la autoridad eclesiástica de origen en la acción de enviar, dirigir, controlar, administrar una iglesia en el extranjero? (si es que hay alguna) ¿Podrá existir algún día autonomía en ese nuevo lugar?
Las grandes empresas siempre quisieran ampliar el lugar de desarrollo de sus productos no solo en el área local, sino también fuera de este, se fijan grandes metas como hasta exportar sus productos y deseando también establecerse con sus marcas y logos en muchos lugares del mundo. ¿Podríamos hacer lo mismo con el evangelio?
La idea de los primeros misioneros norteamericanos fue de obedecer la gran comisión desde la siguiente perspectiva:
1. Su deseo siempre fue de llevar el evangelio a muchos lugares del mundo, nos solo donde alguno de sus fieles emigrara sino principalmente en donde el evangelio aún no hubiese llegado, pero siempre con el pensamiento de formar hombres y mujeres que amaran a Dios, preparando en el discipulado a aquellos que Dios elegía, para que ellos a su vez siguieran adelante con el evangelismo local ya que ellos podían ser de bendición ahora a sus propios hermanos.
2. Brindando toda la ayuda necesaria para establecer iglesias locales, comprando propiedades, construyendo templos, escuelas y en lo que Dios les guiara a hacer en cada lugar, dejando toda propiedad a nombre de la iglesia local.
3. Formando administrativamente un gobierno local para la futura auto sustentación de esa nueva iglesia.
Como nos podemos dar cuenta la idea principal de la ayuda en la expansión del evangelio se basa en llevar una bendición y salir. De otra manera con la imposición de una administración permanente de parte de las autoridades de las iglesias de origen, seria catalogado como conquistar, invadir, dominar o someter a otros pueblos, cuando el mensaje en sí es de conocer la verdad para ser “Libres”.
En base a este tema, surgen muchas preguntas e interrogantes, ya que la visión sin lugar a dudas es diferente para todos.
. Pienso que el evangelio no pertenece a una iglesia o denominación determinada como para que esta lo imponga por o para intereses personales.
. Todo salvado sea de la etnia que sea, tiene tanto derecho como cualquier cristiano en otro lugar a ser usado por Dios en su propia tierra, y también como autoridad para guiar a sus hermanos a crecer en el conocimiento de Dios.
. Debemos de erradicar lo antes posible la endoculturación o pensamientos equivocados en relación a la propagación del evangelio.
. El Espíritu Santo es la unción dada por Dios a todos sin excepción, por lo tanto, los ungidos son todos aquellos que reciben ese poder del cielo, sin favoritismos para llegar a ser buenos administradores de la gracia de Dios. 1ª Pedro 4:1-11
No pretendo con estas ideas decir que es lo correcto o no, sino mas bien hacer un análisis en la forma con la cual llevamos el evangelio a otros o de que manera respondemos cuando alguien nos solicita ayuda en la apertura de una nueva obra.
Posiblemente tratando de hacer lo mejor erramos y es necesario recapacitar y hacer lo correcto y que en ello demos la gloria únicamente a Cristo.
Muchas veces tenemos reglas humanas mucho mas recalcitrantes que aquellos que nosotros criticamos o catalogamos como no cristianos, hablamos de ellos ironicamente o caricaturizamos sus posturas, jactandonos de nuestra linea doctrinal, teológica o hasta pentecostal. Si hemos de darle lugar a la obra del Espíritu Santo, debemos de dejarnos también guiar por Él cuando presentemos el evangelio, no nuestro nombre o idea al mundo entero.
df