Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:32
Si has conocido a Jesús y le has recibido en tu corazón, ya sabes lo que es ser libre. ¿No te gustaría que todos fueran libres?
El trabajo supremo de la iglesia es la Evangelización a las naciones. Para implementar este plan, Dios llama y prepara a aquellos que: Van, Dan, Oran y cumplen la gran comisión.
Yo te digo a ti amigo cristiano, ven al pie de la cruz de Cristo y únete a Él, entra a lo que verdaderamente es “negarse a sí mismo”
Las diferentes ideas producen conductas y estilos de vida que afectan a los pueblos, estas producirán absoluta e inevitablemente resultados.
La siguiente declaración puede tomarse como muy impersonal: “Todo lo que el mundo hace producirá resultados”, entonces transformemos esta declaración a: “Todo lo que nosotros hagamos producirá resultados”
Un ejemplo puede ser: Equivocarse tomando una mala decisión y recibir su consecuencia, como también está la decisión de arrepentirse de esto y recibir la consecuencia del arrepentimiento.
Así mismo el hombre se ha alejado de su Creador, pero los brazos abiertos de Dios todavía muestran Su gracia y Su misericordia a favor de este.
El dilema es: ¿Cómo conocerá el mundo de esta oferta de Dios? ¿Cómo sabrán que Dios envió a Su Hijo a pagar el precio de su pecado? ¿Cómo podrán ser libres de la esclavitud del pecado?
Debemos de entender que Dios ha dado una respuesta que traerá un cambio absoluto.
Conocer la verdad, el resultado “os hará libres”
Invitamos muchas veces a invertir más tiempo para la obra de Dios, la respuesta es: “Cuando tenga tiempo”, “en mi tiempo libre” o “en mis vacaciones”. Todo esto muestra la realidad, que hay otras cosas más importantes que ocupan nuestro tiempo más importante, ¿Qué pasaría si esas cosas “importantes” las atendiéramos cuando tuviésemos tiempo libre o en nuestras vacaciones?
Debemos de reflexionar respecto a nuestro diario vivir. Podemos ser cristianos todo el tiempo, si pedimos a Dios que sea Él quien guíe nuestra vida y nos ayude a “Ir”, “Dar”, “Orar” y a cumplir con acción la gran comisión.
Lo opuesto seria tener una muy buena intensión, pero hay una distancia muy grande entre intensión y acción.
La labor de la iglesia no se basa en buenas intenciones, sino en ir y poner nuestro todo en el altar de Dios.
Sal de tu iglesia, alimenta a los pobres con el pan vivo y el alimento físico, viste al desnudo, levanta al caído, no ores nada más por “los hijos de la promesa”, ve a buscarlos, dedica el mejor tiempo de tu vida a cumplir el mandato de “ir y predicar el evangelio”. Nuestro pensamiento es “Morir por Cristo” pero amamos la vida y no la arriesgamos, mientras otros con dioses paganos realmente aman la muerte defendiendo sus ideas y atan bombas a sus cuerpos.
O si pudiésemos estar atados a Dios y llevar nuestra vida a los diferentes lugares del mundo y en esos lugares explosara el gran amor de Dios que tanto necesitan.
No sigas el evangelio establecido por normas humanas, Dios te ha llamado a salir “afuera”.
Llamado a la acción.
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