¿No ardía nuestro corazón mientras Él hablaba con nosotros? (Lucas 24:32)
El pueblo de Israel bien sabía que se había alejado de Dios, pero Dios se lo recordaría, a pesar de que este no merecía su amor. En una oportunidad envió a Elías, para que frente al Carmelo, los israelitas tomaran una decisión, …Dios conquistaría nuevamente a su pueblo con una gran hazaña, mostrando así su gran poder.
…Pero, ¿Tendrá que hacerlo de nuevo? ¿Tendrá que probarnos siempre que Él es mas poderoso que todo lo que cautiva nuestra vida en esta tierra, para que nos volvamos a Él? ¿Tendrá que seguir mostrándonos cosas portentosas para que realmente le amemos? (Deuteronomio 10:21)
Amado, en nuestros días, nosotros nos relacionamos, vivimos y olvidamos, pero, también han habido momentos de quiebre en nuestra relación con Dios, hemos ido cambiando poco a poco nuestra devoción, nuestra dependencia ha sido traspasada a las cosas de este mundo y nos hemos ido tras nuestro andar, nuestra alma se ha apegado al paso de los impíos buscando las mismas cosas , y a pesar de ser advertidos, también nosotros en los días actuales a través de tantas señales, hoy, tenemos que admitir, darnos cuenta y recapacitar, sobre nuestro estado espiritual. No somos los mismos y esto es muy peligroso, pero, al parecer nos hemos acostumbrado, la palabra de Dios dice: “Recuerda por tanto, de dónde has caído…” ¿Recuerdas ese día, ese momento de quiebre? …porque tuvo que haber alguno.
Y en nuestra meditación no solamente podamos recordar ese momento de extravío, sino también lo que eramos antes junto a Él. Nuestra mente puede ser llevada por Dios a los primeros días ¿Recuerdas lo que era vivir con Él, caminar con Él y cenar con Él? (Apocalipsis 3:20) ¡Que días! ¿No ardía nuestro corazón mientras Él hablaba con nosotros? (Lucas 24:32)
Muchos llegan a la conclusión con el tiempo que, se puede vivir sin Él, pero espero que despiertes en esta hora ya que ese es un engaño del Satanás el diablo, Dios una vez mas golpea a la puerta de tu corazón. Lope de Vega escribió:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
y verás con cuánto amor llamar porfía»
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
Amado. Tú no digas así, sino que puedas abrir hoy tu corazón, no te acostumbres a vivir sin Dios, reacciona a tiempo y vuelve al hogar, Él te ama con amor eterno. Los ninivitas dijeron: ¡Quién sabe! Tal vez Dios cambie de parecer, aplaque el ardor de su ira, y no perezcamos (Jonas 3:9). Tú, Actúa conforme a esa misma esperanza y conoce la misericordia de Dios.
Él te ama, te llama y te busca, “Recuerda, por tanto, de dónde has caído” y arrepiéntete, y haz las obras que hiciste al principio. Apocalipsis 2:5
Pastordf