¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán», aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz.
Salmo 139:7-12
Encontramos a Jonás pagando su pasaje en un viaje que lo llevaría exactamente al lugar contrario en donde Dios lo necesitaba. Jonás 1:3. Muchas veces en este mundo encontramos a muchos que viajan en sentido opuesto al llamado divino, y que terrible tempestad levantan a su alrededor. Que honesta fue la respuesta de Jonás cuando se encontró él huyendo de Dios, Tomadme y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros. Jonás 1:12
Entender esto cuesta mucho, pero es lo más importante en la vida.
Amado, vuelve al camino, si estas lejos de Dios vuelve al hogar, no tienes por qué seguir sufriendo lejos de Él. En realidad es muy difícil huir de Dios, porque Él está en todas partes y no te olvides que el barco de vuelta para hacer la voluntad de Dios puede ser mucho más incomodo que en el que saliste, no te olvides del medio que uso Dios para que Jonás regresara. Es mejor correr hacia Dios que en contra de Él.
El Dr. Mortimer Adler súbitamente se levanto dejando la sala de discusión, abrió la puerta y la cerró tras de él muy disgustado, Una persona trató de aliviar la tensión y dijo: Bueno ya se ha ido. A lo que su compañero respondió: “No, no se ha ido” él se equivocó y se ha metido al armario… Esto es lo mismo cuando el hombre trata de huir de Dios, solo se ha encerrado a si mismo.
Cristo viene pronto, te costará volver, pero hay que hacerlo.