“LO ÚNICO QUE SÉ ES QUE AHORA VEO”

Entonces él respondió, y dijo: Si es pecador, no lo sé: una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. Juan 9:25

Algunas veces las cosas alrededor nuestro nos confunden, los problemas nos agobian y los acontecimientos alrededor nuestro no mejoran sino que que prevalece el caos… Pero por sobre todo aquello, hay una experiencia vivida, un testimonio real. Jesús apareció en nuestra vida y nos sanó, estábamos ciegos de su amor, no conocíamos que Él había venido a salvarnos.
Y ahora, en medio de tanta turbación debemos de oír lo que dice nuestro corazón, la experiencia del encuentro con Cristo debe ser más grande que lo que trata de decirnos el mundo, el demonio o nuestra propia carnalidád.

En nuestros días también se levantan Fariseos que tratan de dar un mensaje al mundo atacando la dividad de Cristo, y ellos quisieran presentarnos a un Jesús con debilidades cómo las nuestras. Productores cinematográficos y otros envían un mensaje al mundo, para que erradiquen de sus labios el nombre de Jesús, dicen que fue un hombre pecador, otros dicen “solo un profeta”, que él no es el hijo de Dios y muchas otras cosas. Bien sabe Satanás el diablo que si quitamos la principal piedra del ángulo, logrará destruir nuestra fe, Mateo 16:16. Por eso hoy más que nunca debe de prevalecer la experiencia vivida, cómo la de aquel ciego cuando recibió sanidad y dijo: ” No importa lo que ustedes digan de Él, yo solo sé que antes era ciego y ahora puedo ver”.

Nuestra experiencia no debe ser confundida o borrada o cambiada por nada. Jesús nos sanó, nos cambió, nos salvó, antes estábamos perdidos, antes también eramos ciegos y ahora por misericordia podemos ver… Y podemos decir con certeza que Él sana, Él liberta con poder, Él es real, Él vive y Él es nuestra única esperanza”.

Amén.

Pr. DFUENTES

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.