Satanás no se preocupa de hablar mal de los pastores, hermanos o iglesias en general, ni de hacer una campaña con videos o fotografías para denigrar el trabajo que se realiza en diferentes lugares o ministerios (indistintamente de la denominación que estos sean).
Ya que de ese trabajo se han hecho cargo algunos hermanos de las mismas iglesias.
Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. Mateo 12:25
Filipenses 2:2: “completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.”
La oración más tierna y conmovedora de Jesucristo, contenida en el libro de Juan capítulo 17, nos descubre lo más íntimo de Su corazón. Él se encontraba en Getsemaní, y Su pasión apenas estaba comenzando; estaba como una víctima en el altar, donde la madera ya había sido colocada en orden, y el fuego había sido encendido para que consumiera el sacrificio: alzando Sus ojos al cielo, mirando al trono de Su Padre con un verdadero amor filial, y descansando en humilde confianza en la fortaleza del Cielo, por un momento apartó la mirada del combate y de la resistencia hasta la sangre que estaba ocurriendo abajo. Pedía aquello en lo que Su corazón estaba puesto de lleno. Abrió Su boca para que Dios la llenara y dijo:
“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.” Juan 17: 20, 21
Llamado a la unidad