Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos 16:15
Nunca se me olvidará la vez en la que, desarrollando un taller de evangelismo, un hermano me dijo lo siguiente: “Pastor, en nuestra iglesia llevamos años estudiando la Biblia, años haciendo cursos, sentimos que somos una iglesia muy bien preparada en la Palabra y de sana doctrina, pero nunca hemos aplicado realmente lo que usted nos ha enseñado esta mañana.
Sinceramente, este comentario no fue una sorpresa. Hemos conocido muchas iglesias en diferentes países, que viven su cristianismo a puertas cerradas creyendo que, por tener una buena teología, ya han cumplido con lo que Dios ordena. Sé que debemos prepararnos y ser aplicados en el estudio de la palabra de Dios, pero debe haber un equilibrio en relación a: aprender, recibir y/o dar, entregar y compartir.
Nuestra labor principal es dar a conocer a otros de lo hemos aprendido acerca de Jesucristo, quien es el camino a seguir, la verdad a conocer y la vida a recibir. (Mateo 5:14)
Existimos porque Dios en su plan de salvación, nos llamó de las tinieblas a su luz admirable, y deseamos llevar y compartir con otros esta experiencia maravillosa de conocerle. Lo antes posible. Con el deseo es que todos conozcan, “quién es Jesús”.
