CONOCIENDOTE A TI MISMO

…Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová… 2 Samuel 12:7

No importa lo que hagamos, adonde vayamos o lo que seamos. Pero nuestra realidad podría ser muy distinta delante del único que nos conoce completamente.

Posiblemente sintamos el deseo de cubrir u ocultar la realidad de nuestra edad con cremas especiales o tintes para nuestro cabello, pero tarde o temprano de acuerdo al ciclo de nuestra vida no habrá nada que pueda cambiar esa realidad.
En lo espiritual es muy similar. Quizás en nuestras congregaciones pudiésemos tener a quienes quieran ocultar sus debilidades detrás de una responsabilidad o religiosidad; como: pasiones desordenadas, ambición, fama, egoísmo, mundanalidad, perversión, autoridad, etc.
Disfrazar es poner un disfraz a alguien para que se vea como lo que no es, ejemplo:
“La madre disfraza a su hijo de pobre y enfermo para pedir limosna”
Disfrazarse es ponerse uno mismo un disfraz para mostrarse de otra manera, ejemplo:
“el hermano (lobo) se disfrazó de oveja” o sea el mismo se puso ese disfraz para aparentar lo que no es.
El adversario nuestro enemigo (quien también se disfraza de ángel de luz), el mundo con su pompa y la carne con sus inclinaciones, quisieran vestirnos a su antojo para herir la obra de Dios, como también ocurre que nosotros mismos de nuestra propia concupiscencia muchas veces lo hacemos para dar rienda suelta a nuestros apetitos, aparentando lo que no somos.

A las personas orgullosas, se les hace difícil aceptar y pedir ayuda del mal que ellos llevan, algunas veces quisieran presentarse con apariencias distintas pero tarde o temprano tendrán que aceptar su error.

El rey David aceptó su gran error, reconoció no solo su pecado sino también su mal juicio, pero todo esto después de que le hablara el profeta Natán, por esto pidió a Dios que le examinara y no él a sí mismo (Salmo 139:23-24). Si analizamos nosotros nuestra vida o servicio al Señor, nuestra conducta y/o intensiones, quizás encontraremos que no somos tan faltos, de esto se toma nuestro orgullo cuando alguien nos dice algo y estamos tan prestos a defendernos, no es común andar diciendo continuamente nuestros errores ni solicitar la oración por nuestros pecados ocultos, pero si habidos en aconsejar y mostrarnos como ejemplo. David era así hasta que Dios tuvo que enviar a un profeta para descubrir quien realmente era (2 Samuel 12:7) notemos que cuando David escuchó lo que el profeta Natán le dijo, entonces se arrepintió o dio pasos de arrepentimiento no antes, la pregunta que nos hacemos es: ¿Acaso David no sabía lo que había hecho?, podriamos decir que tenemos un caso de Amnesia Global Transitoria, cuya patología indica que es un síndrome que se caracteriza principalmente por una disfunción temporal pero prácticamente total de la memoria a corto plazo, además de dificultades de gravedad variable a la hora de acceder a recuerdos más antiguos. ¿Podemos realmente defender al rey David presentando un cuadro clínico de enfermedad? O ¿Podemos decir que él sabía muy bien lo que había hecho?
Jesús nos habla del engaño y nos dice que esto hace al hombre un esclavo, pero la verdad liberta. (Juan 8:32)

Que importante es conocernos a nosotros mismos y acudir a Dios ya que Él es el único que nos puede librar de la hipocresía, cambiar nuestra mala manera de vivir y hacernos sus hijos. Podemos tratar de engañar a muchos, pero Dios nos conoce. (Jeremías 2:19)

Si Dios te ha cambiado, da glorias a Dios y predica, habla no calles, sé ejemplo en todo.

Y si tú eres de aquellos encubiertos… Dios te descubre hoy.
Quiero que sepas que Cristo murió por ti en la cruz del calvario, si hoy tú vienes a él y le pides perdón, él te perdonará y te sanará de tu adicción, no sigas dañando a los niños, jonenes, hermanos o hermanas a tu alrededor con una doble vida, no sigas dañando a los tuyos o a ti mismo, si ni tu te conoces, y no sabes cuando seras guiado otra vez para hacer el mal.

Hay esperanza en Cristo.

Salmo 139
1 Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme.
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo,
y todos mis caminos te son conocidos,
4 pues aún no está la palabra en mi lengua
y ya tú, Jehová, la sabes toda.
5 Detrás y delante me rodeaste,
y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
¡alto es, no lo puedo comprender!
7 ¿A dónde me iré de tu espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?
8 Si subiera a los cielos, allí estás tú;
y si en el seol hiciera mi estrado, allí tú estás.
9 Si tomara las alas del alba
y habitara en el extremo del mar,
10 aun allí me guiará tu mano
y me asirá tu diestra.
11 Si dijera: «Ciertamente las tinieblas me encubrirán»,
aun la noche resplandecerá alrededor de mí.
12 Aun las tinieblas no encubren de ti,
y la noche resplandece como el día;
¡lo mismo te son las tinieblas que la luz!
13 Tú formaste mis entrañas;
me hiciste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras;
estoy maravillado
y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,
aunque en oculto fui formado
y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos,
y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
que fueron luego formadas,
sin faltar ni una de ellas.
17 ¡Cuán preciosos, Dios, me son tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena.
Yo despierto y aún estoy contigo.
19 De cierto, Dios, harás morir al impío.
¡Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios!
20 Blasfemias dicen ellos contra ti;
tus enemigos toman en vano tu nombre.
21 ¿No odio, Jehová, a los que te aborrecen,
y me enardezco contra tus enemigos?
22 Los aborrezco por completo,
los tengo por enemigos.
23 Examíname, Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce mis pensamientos.
24 Ve si hay en mí camino de perversidad
y guíame en el camino eterno.

Pastor David Fuentes