Mirad cómo andéis

returnTodos los días tenemos noticias de los grandes conflictos que hay en el mundo, nos encontramos en medio de una crisis mundial de grandes proporciones. La sangrienta historia de Jerusalén que, aunque santa para tres grandes religiones, es una ciudad que pareciera provocar perpetua violencia, sin soluciones equitativas. Las cruentas guerras en Irak y Siria, más de 20.000 personas escapando de los movimientos religiosos radicales y extremistas, muchos muertos, niños, mujeres y hombres yacen ya en las montañas en donde han tratado de escapar del terror. La brutalidad (decapitaciones, violaciones, ejecuciones, saqueos) está alcanzando un grado que ha provocado la reacción internacional. Fenómenos como la venta de mujeres como esclavas revela de manera especial el uso del feminicidio para estos propósitos de limpieza étnica. Recrudece la violencia en contra de los cristianos en todos los países islámicos, como también en Corea del Norte, India, Irán, China, Indonesia, y otros. El “Ebola”, una terrible enfermedad que se extiende cada vez más en Liberia, Sierra Leona y Guinea, donde se han reportado más de 1.700 casos; los alarmantes conflictos entre Rusia y Ucrania; asimismo, por todas partes, continúa la preocupación por la escasez de alimento. El mundo se enfrenta a una inminente y creciente crisis, sequías, cosechas sin resultado y alza del costo de los alimentos provocan una alarma mundial. Y por último, el incremento de sismicidad, huracanes, calentamiento de la tierra y otros desastres naturales, nos llevan a mirar un panorama mundial que está cambiando rápidamente, y no para bien.

Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Mateo 24:6-7

No tenemos dudas de que las escrituras nos están hablando precisamente de los días en que estamos viviendo; en forma muy detallada, Jesús nos está declarando a nosotros lo que tenemos que hacer; nos damos cuenta que, por la magnitud de los conflictos existentes y por las muchas y variadas formas que tenemos en estos días de informarnos, podríamos caer en el error de sorprendernos o turbarnos; entendemos claramente que nos encontramos en los últimos tiempos, si estudiamos detalladamente el versículo 6, veremos que en medio de lo que Jesús declara como lo más adverso, él nos da una orden, de no turbarnos, haciendo hincapié en que todo esto es necesario que acontezca.

De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. Mateo 24:32-34

En nuestro mundo occidental, también se origina una guerra de parte de nuestro adversario, para que nos conformemos y miremos con los ojos de pasividad, envueltos en un tipo de encanto del cual nuestro Dios a través de su Santo Espíritu quiere despertarnos, para poder mirar cómo andamos hoy, y cuán preparados estamos para enfrentar el llamado de Dios de seguir predicando su Santo Evangelio en los últimos tiempos. Debemos de tener mucho cuidado con lo hermoso que se presenta frente a nuestros ojos, la prosperidad que ofrece el futuro engañoso, los mensajes diversos de la soluciones ofrecidas por el hombre sin Dios, bajando el perfil a lo que debería de mantenernos en una constante consagración. Los conflictos llevan a muchos a confundirse, y a pasar de la iglesia del Señor o pueblo de Dios a ser parte del gobierno mundial que desecha la advertencia divina; en esa confusión de lo malo a lo bueno, de la preparación al conformismo, de lo divino a lo profano, es allí cuando el acertado dardo de Satanás ha logrado su objetivo. El ecumenismo, sincretismo, pensamiento positivo o universal, y el darnos la mano con el mundo como logro alcanzado para ser aceptados en la presente sociedad, no revelan que hayamos avanzando o crecido como iglesia, por el contrario, evidencia que hemos sido infectados con la peor de las pestes.

Tengamos cuidado, “La interacción con un mundo defectuoso puede producir una percepción errada de la realidad”. (Efesios 5:15-17)

Amados, posiblemente podamos tener nuestra mirada puesta en las cosas de esta vida, en los afanes de este mundo, creando en nuestra mente fortunas, pensando en los días que vendrán y cuanta diversión pudiésemos añadir a nuestra vida, cuando hay un Dios que por todas las señales que él nos está revelando, nos está haciendo un gran llamado.
“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. (Colosenses 3:2)

La venida de Cristo se acerca, pronto viene a su iglesia a buscar, no durmamos estemos alerta vigilad, trabajad, perdonad.

Pdf